¿Cómo te puede ayudar una psicóloga para superar el estrés con los hijos?

¡Nos convertimos en entrenadoras de vida, sin manual de instrucciones posible! Todo ello sin duda puede llegar a desbordarnos y hacernos sentir un importante estrés.

¿EN QUÉ TE PUEDO AYUDAR?

Tener un hijo o hija es sin duda una de las experiencias más bonitas e intensas que podemos llegar a vivir. Cuando comenzamos a recorrer el sorprendente camino de la crianza, desde que aparece la primera rayita en nuestro test de embarazo comienza todo un tsunami emocional, en el que la felicidad se mezcla con la preocupación lógica ante la gran nueva responsabilidad.

De pronto nos vemos con un bebé en nuestros brazos absolutamente dependiente, que precisa de amor incondicional y de todos nuestros cuidados, siendo conscientes además de la gran cantidad de energía que nos va a suponer el velar por el bienestar físico y emocional de una personita a la que queremos tanto. 

¡Nos convertimos en entrenadoras de vida, sin manual de instrucciones posible! Todo ello sin duda puede llegar a desbordarnos y hacernos sentir un importante estrés.

Y es que cómo no vamos a tener estrés, si ni siquiera tenemos tiempo para poder cuidarnos a nosotras mismas ¿Qué mayor trabajo que estar dedicada al cuidado exclusivo de los hijos o hijas?, ¿hacer y hacer, y sentir que no paramos nunca? ¿No es terrible saberse agotada y no poder tener un descanso?, ¿Sentirse culpable debido a las ganas de renunciar a todo?

Estas preguntas se las hacen a diario todas las madres del mundo. Porque, efectivamente, criar a nuestros hijos e hijas, mantener una vida social, intentar cuidar de nosotras mismas y además trabajar puede resultar abrumador. Después de todo, somos de carne y hueso, nos equivocamos, nos frustramos y no, no podemos llegar a todo como nos gustaría, nos exigimos con frecuencia más de lo que podemos llegar a hacer verdaderamente.




Algunos signos que te pueden indicar que te encuentras estresada

Sensación de agotamiento: Tanto físico como mental, no sólo invertimos tiempo en la crianza, también esfuerzo físico y mental, horas de sueño, etc. Todo esto unido a las exigencias del mundo laboral, social, y el no poder cuidarnos, nos lleva a sentir que no podemos más.

Pérdida de interés o disfrute por las cosas que antes si te gustaban: No tenemos ganas de realizar las pequeñas cosas que antes si nos gustaban, más allá de no disponer de tiempo, lo pensamos y no nos apetece disfrutar, nos aislamos de los demás, comenzando de esta manera la trampa de la depresión.

Irritabilidad/Ansiedad: Al estar sometidas a un estrés continúo, es lógico que nos aumente la irritabilidad, sintamos que tenemos menos paciencia y que nos enfadamos con mayor facilidad.

Sentimientos de culpa: La culpa es una emoción muy poderosa y útil como todas las demás, pero cuando aparece sin que haya causa aparente, nos impide avanzar y nos bloquea.

Cambios en la relación con nuestra pareja, hijo o hija: Aparecen ciertos roces lógicos con nuestra pareja, y sentimos que perdemos conexión con nuestros hijos e hijas, aumentando de esta manera nuestro sentimiento de culpa, comentado anteriormente.

Cambios en el sueño (más allá de los normales desvelos por la maternidad): Estamos agotadas, pero nos metemos en la cama o tenemos un momento para descansar, y somos incapaces de conciliar el sueño, de pronto todas las preocupaciones que tenemos vienen a nuestra cabeza. Incluso puede ser que lleguemos a dormirnos, pero de repente nos despertemos en mitad de la noche con palpitaciones y en estado de alerta, sin que podamos volver a dormirnos.

Dolores de estómago, cabeza, etc, sin que exista causa orgánica.





¿Cómo puedo ayudarte desde YA ERES MADRE?

En caso de que todo lo descrito anteriormente lo percibas con gran intensidad, frecuencia y duración o estés notando que te llega a sobrepasar, afectando significativamente a tu día a día, alejándote de la vida que realmente te gustaría vivir. Si estás en ese momento, sin duda consultar con una profesional puede ser lo más adecuado.

Lo primero que quiero comentarte y que es muy importante destacar, es que padecer estrés en la crianza es algo muy normal y totalmente lógico, no siendo en ningún caso sinónimo de ser mala madre o de que queramos menos a nuestros hijos e hijas.

¿Qué podemos trabajar en las sesiones?

  • Recuperar nuestro espacio y autocuidado: Nos hemos olvidado de nosotras mismas y de cuidarnos, iremos aprendiendo cómo volver a saber detectar nuestras necesidades, recuperar poco a poco nuestro bienestar emocional. Hemos de cuidarnos y estar bien nosotras para poder cuidar.
  • Aspectos de la crianza que te preocupen: Abordaremos cómo gestionar relaciones entre hermanos, establecimiento de límites sin perder la autonomía, problemas de sueño, control de esfínteres, etc. En definitiva, cualquier momento evolutivo sobre el que tengas dudas y necesites acompañamiento.
  • Aceptar el estrés: Veremos que siempre van a existir circunstancias que se nos escapen de nuestro control, las cuales sólo podremos aceptar, pero por supuesto trabajaremos también en aquellas cosas sobre las que, si podemos tener influencia, y aprenderemos a manejarlas de la manera más efectiva posible.
  • Aceptar limitaciones: Veremos prioridades, y rebajaremos nuestro nivel de autoexigencia y el de nuestro entorno. Veremos cómo decir que no, pedir ayuda, delegar, negociar y crear rutinas efectivas.
  • Disminuir niveles de ansiedad y aumentar estado de ánimo: Trabajaremos herramientas útiles para manejar la ansiedad, disminuyendo activación, mientras paralelamente, totalmente a tu ritmo iremos subiendo el estado de ánimo. 
  • Generaremos tribu: La tribu, tan importante hoy en día, y tan inexistente a la vez, en la terapia compartiremos, nos desahogaremos, enfocaremos en soluciones, verás que no estás sola, y te ayudará a normalizar la situación reduciendo la culpa.

Y es que ya lo decía J. Bowlby, a quien debemos toda la teoría del apego:

Si una sociedad valora a sus niños y niñas deberá cuidar a sus padres y madres como tesoros”

Si crees que necesitas ayuda consulta con nuestra psicóloga familiar en YEM o preguntanos en hola@yaeresmadre.com

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