Consecuencias de obligar a comer

Cada niño es un mundo, es único en su forma de comer, en su apetito, en sus
necesidades nutricionales. Según el estudio ‘Just three more bites’ (Sólo tres
bocados más), 85% de los padres o cuidadores obliga a comer a sus hijos todo
está en su plato, aunque ellos no quieran más.

¡Comer tiene que ser sinónimo de disfrutar!

¿A vosotros como adultos os gustaría pasar un calvario tres veces al día y que
encima vuestra figura de mayor apego se enfadase? ¿Qué pasaría? Pues que
cada vez odiaríais más ese momento y lo intentaríais evitar a toda costa

¡BINGO!

Cada niño es un mundo, es único en su forma de comer, en su apetito, en sus
necesidades nutricionales. Según el estudio ‘Just three more bites’ (Sólo tres
bocados más), 85% de los padres o cuidadores obliga a comer a sus hijos todo
está en su plato, aunque ellos no quieran más.

  • Obligar a un niño a terminarse la comida que se pone en su plato, es obligarle
    a comer más de lo que necesita. Es conveniente escucharlos y respetar sus
    decisiones. Además, le damos a entender que es normal que sea otra persona la
    que toma decisiones sobre su cuerpo y sobre sus necesidades.
  • Mediante esta actuación estamos consiguiendo hacer de la hora de la comida
    una pequeña tortura diaria, así el niño cada vez llegará con menos ganas y
    nosotros con menos paciencia, afectando a la relación padre-hijo.
  • Hacer del acto de comer un momento desagradable afecta a las connotaciones
    sociales, pudiendo afectar a la manera de relacionarse y de socializar del
    pequeño.
  • Presionar a un niño para que coma un determinado alimento puede conducir a
    que rehúse comer muchos otros
  • Meterles la comida en la boca a la fuerza provocará el vómito de los niños,
    pueden llegar a convertirse en vómitos crónicos.
  • Un niño se puede negar a comer porque quiere llevarse él mismo el alimento a
    la boca y no se lo permiten, inhabilitando su autonomía.
  • Teniendo en cuenta que los hábitos alimentarios se establecen durante la
    infancia, obligar a un niño a terminarse la comida del plato está estableciendo
    unos hábitos inadecuados. Terminarse el plato, que puede ser el primer paso
    hacia la obesidad. Y os recuerdo que, en España, el 40% de los niños menores
    de 9 años son obesos.

¿Pero? ¿Entonces? Hay realmentente algún motivo REAL para obligar a un
niño a comer, la respuesta es clara, NO.


Los niños categorizados en bajo peso, percentil muy bajo, curva descendente….
Para empezar, deberíamos comprobar si esta “etiqueta” es real o es algo
infundado por un profesional desactualizado, para seguir deberíamos valorar el
estado general del niño (independientemente del peso) y como punto importante
e imprescindible, descartar todas las patologías posibles.


Porque, en realidad, el niño no crece y engorda en consecuencia a la cantidad de
alimento que ingiere, el niño come la cantidad que su cuerpo necesita para
crecer. Y es que un niño que come por encima de su apetito o que come algo
que no le apetece es un niño que generará, lógicamente, conflictos en la mesa, y
ello puede derivar en problemas que van más allá de que tengamos que escuchar
la frase «se me hace bola», a corto plazo, o la frase «su hijo tiene exceso de
peso» a medio-largo plazo.


El cuerpo humano, por suerte, es bastante más sabio que la presión de nuestra
sociedad para que el niño coma. Nuestros hijos van a ingerir lo que necesitan,
no hay más. Poseen una valiosa capacidad para modular el volumen de
alimentos que toman. Comerán en función de lo que tienen que crecer. Por el
mismo motivo, no comerán si no tienen que crecer. Si les damos menos calorías

de las que necesitan, se despertarán sus ganas de comer. Así que, si te dicen que
tu hijo es «mal comedor», te están mintiendo. Tu hijo come lo que necesita, sin
más.

Pensemos siempre, si no obligarías a tu pareja a comer. ¿Por qué hacerlo con tu
hijo?

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