En la construcción de significado de una pérdida fetal influyen distintos aspectos, como la edad gestacional cuando se interrumpió el embarazo, las experiencias de aborto previas, la existencia de otros hijos vivos o la disponibilidad de recursos personales y sociales que ayuden a afrontar la situación.
¿Cómo superar un aborto desde el punto de vista de la psicología?
El duelo perinatal es complejo y cuenta con una serie de características que lo diferencian de otro tipo de pérdidas. La falta de reconocimiento social, los sentimientos de culpa, la posibilidad de sufrir pérdidas recurrentes, las actitudes ambivalentes hacia el embarazo y la naturaleza imprevisible e incontrolable de una pérdida fetal pueden conllevar un gran sufrimiento y dolor para los padres/madres.
La experiencia de un aborto espontáneo suele ir asociada a un incremento de los niveles de estrés. Cuando unos padres/madres pierden a su bebé, es habitual el desarrollo de sintomatología ansiosa y depresiva, de estrés postraumático y de reacciones de duelo complicadas. Los síntomas depresivos pueden comenzar a disminuir seis meses después de la pérdida y decrecer significativamente al cabo de un año. No obstante, las dificultades para concebir otro hijo/a, los aniversarios de la pérdida o las fechas clave relacionadas con el aborto pueden alargar la intensidad de los síntomas en el tiempo.
La pérdida de un hijo/a a causa de un aborto espontáneo se reconoce como un acontecimiento vital traumático que desencadena la evolución del duelo.
¿ Cuanto tiempo se tarda en superar un aborto espontáneo?
Worden define el duelo normal como el proceso de adaptación que atraviesa una persona que ha sufrido algún tipo de pérdida. Tiene un curso natural y no patológico, es bastante predecible y abarca un abanico de sentimientos y conductas.
Este mismo autor presentó un modelo que concibe al superviviente como un agente activo que puede influir en su proceso de duelo, realizando cuatro tareas básicas para adaptarse a su pérdida.
Cómo afrontar el duelo tras el aborto espontáneo
Cuando alguien muere, se puede tener la sensación de que la pérdida no es real. Realizar esta tarea implica afrontar que la persona querida ha muerto y que el reencuentro con ella es imposible, aceptando la pérdida intelectual y emocionalmente.
Las personas sufren dolor emocional y físico cuando pierden a un ser querido. Si niegan este dolor y bloquean sus sentimientos, se puede alargar y complicar el desarrollo del duelo; por ello es necesario reconocer el dolor y acompañarlo.
El superviviente tiene que tomar conciencia de los roles que desempeñaba el fallecido y redefinir los suyos propios, sus tareas y sus metas vitales. Esta adaptación también supone cambios en la propia identidad personal, aumentando la sensación de eficacia, dotando de significado la pérdida y tratando de recuperar cierto control sobre su vida.
El fallecimiento supone la ruptura de un vínculo emocional. No obstante, las personas no se desligan totalmente de sus difuntos, sino que encuentran otra manera de establecer con ellos un vínculo continuo y duradero, otorgándoles un lugar privilegiado y único. Esta recolocación emocional permite al superviviente seguir conectado al fallecido, pero con la posibilidad de crear nuevas relaciones emocionales.
Si la madre no realiza las tareas descritas anteriormente, el proceso de duelo puede complicarse
¿ Que ocurre si no superamos la pérdida?
Con mucha frecuencia, la muerte fetal es inesperada y repentina, lo que impide la preparación psicológica de los padres.
El duelo ante una pérdida intrauterina está poco reconocido en nuestra cultura, y además, en muchos de los casos, cuando se interrumpe involuntariamente la gestación, ni siquiera la familia y los amigos conocían la noticia del embarazo. Esto dificulta la comunicación de lo ocurrido, la expresión de sus sentimientos y la recepción de apoyo social. En la mayoría de los casos, si la pérdida se produce durante las primeras semanas de gestación, no se llevan a cabo rituales funerarios de despedida, lo que también obstaculiza el reconocimiento de la muerte y del dolor de los padres.
En general, las parejas consideran que el resto de la gente concibe la pérdida del bebé como un suceso común y de poca importancia, que se resuelve rápidamente y sin complicaciones.
Las mujeres que han perdido a su hijo/a sienten indefensión, fracaso y culpa, y cuestionan todo aquello que hicieron antes de que se produjese la pérdida.
Haber sufrido abortos previos es un factor de riesgo para el desarrollo de un duelo complicado debido a la acumulación de duelos no resueltos. Los abortos recurrentes pueden producir una sensación de pérdida de control, ansiedad crónica y anticipación de un nuevo fracaso.
En la construcción de significado de una pérdida fetal influyen distintos aspectos, como la edad gestacional cuando se interrumpió el embarazo, las experiencias de aborto previas, la existencia de otros hijos vivos o la disponibilidad de recursos personales y sociales que ayuden a afrontar la situación.
Para muchas mujeres la vivencia de una muerte fetal supone un hecho traumático que, además de acabar con el proceso de embarazo, conlleva la interrupción de una de sus metas vitales más importantes: la maternidad.
.
El estrés causado por la pérdida incrementa el riesgo de desarrollar sintomatología depresiva en el siguiente embarazo, y malestar emocional y ansiedad durante el posparto. Por lo que sería importante valorar la necesidad de acompañamiento psicológico durante el siguiente embarazo y posparto.
Un aspecto muy controvertido relacionado con las necesidades emocionales de los padres es la conveniencia o no de crear recuerdos con su bebé. Esto incluye ver y coger al bebé, fotografiarlo, guardar las huellas de sus manos y pies y crear cajas de recuerdos. Si los padres deciden ver a su bebé, el personal sanitario debe ofrecerles apoyo y orientación. Además, los profesionales deben preguntar a los padres cómo quieren despedirse de su hijo, cuánto tiempo necesitan y si desean crear algún tipo de recuerdo. El temor más común de las madres antes de ver a su hijo es saber el estado en el que se encuentra su cuerpo, de modo que para aliviar su temor sería útil describirles cómo van a encontrar a su bebé. Las decisiones informadas son un aspecto esencial en el contexto de una pérdida fetal.
.
¿ Quieres saber más ?
Pide cita con con las profesionales en psicología perinatal en Instituto YEM.
Texto por Irene Colastra, psicóloga perinatal en Ya Eres Madre