Por si fuera poco, la endometriosis puede ir acompañada además de incontinencia o frecuencia urinaria, problemas intestinales, nauseas dolor de cabeza, fatiga, fiebre baja, sangrado intermenstrual y dificultades de embarazo.
Un dolor que no tiene nada que ver con el dolor menstrual normal que cursa con unos pocos calambres en parte inferior de la pelvis o en la zona lumbar. El dolor menstrual severo no mejora con un ibuprofeno. Es un dolor palpitante, ardiente y punzante que se alarga durante muchos días. Es un dolor que impide seguir con tu vida; que puede causar vómitos e incluso alteraciones de la consciencia. Es un dolor invisible. Invisible porque la endometriosis puede tardar más de 10 años en ser diagnosticada. Años de sufrimiento y desconcierto. Años en los que tu estilo de vida puede estar empeorando esta enfermedad invisible.
Por si fuera poco, la endometriosis puede ir acompañada además de incontinencia o frecuencia urinaria, problemas intestinales, nauseas dolor de cabeza, fatiga, fiebre baja, sangrado intermenstrual y dificultades de embarazo.
La endometriosis no sólo produce un perjuicio en la calidad de vida, sino que también puede tener un impacto directo sobre la fertilidad. El tejido endometrial puede desarrollarse sobre la superficie de los ovarios afectando a la reserva ovárica e incluso a la calidad de los óvulos. También puede dificultar la implantación en el útero y facilitar que el embrión se implante en zonas externas a la cavidad uterina. La endometriosis es distinta en cada mujer y los síntomas que origina también. Por eso es aún más importante su diagnóstico temprano y su tratamiento, para adecuar cada pauta a cada mujer.
La idea que quiero transmitir hoy es que la endometriosis no es una alteración del ciclo menstrual, es una enfermedad inflamatoria que puede afectar a gran parte del cuerpo.
Queda mucho por aprender sobre la endometriosis. Estamos lejos de encontrar una cura. Son muchas las teorías de cómo se origina y ninguna totalmente aceptada. Pero cada más profesionales tienen conciencia sobre ella y la tienen en consideración cuando entran mujeres desgastadas a consulta. Se busca con ahínco una forma más eficaz de diagnóstico. Y mientras la ciencia da luz sobre esta enfermedad, el estilo de vida nos da una baza muy eficaz para remitir los síntomas.
Tal vez sólo hayas usado los anticonceptivos como tratamiento para tu endometriosis. Tal vez ni siquiera tengas un diagnóstico definitivo o tal vez sólo tengas tu sospecha. No importa, lo que sí tienes es la opción de tratar tus síntomas. Una alimentación adecuada junto con pautas de suplementación y autocuidado pueden suponer una mejora muy importante de tu calidad de vida.
No hay una solución fácil para la endometriosis, hay que ser constante y tener fuerza de voluntad, pero un tratamiento natural puede darte la oportunidad de combatirla. Nosotros podemos darte las pautas, el resto, está en tu mano. ¿Te animas?
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