“Proteger la Lactancia Materna: Una Responsabilidad Compartida”
Éste mes se celebra a nivel mundial la Semana Mundial de la Lactancia Materna cuyo lema este año es «Proteger la Lactancia Materna: Una Responsabilidad Compartida» y se centrará en la importancia de evitar la discriminación de las madres lactantes en todos los ámbitos, ofreciendo apoyo familiar y comunitario, además de aplicar políticas equitativas de Igualdad así como programas sociosanitarios basados en la evidencia.
Y aprovechando esta ocasión vamos a hacer un repaso de algo muy básico pero que a día de hoy puede aún generar dudas y preocupación: ¿Qué es la lactancia materna? ¿Por qué se recomienda con tanto énfasis?
¿Qué es la lactancia materna? ¿Por qué se recomienda con tanto énfasis?
La lactancia materna es la alimentación del bebé con leche humana y, si bien lo habitual y deseable es que sea lactancia materna directa de su propia madre (el bebé succiona y extrae la leche del pecho materno), también puede ser diferida (leche materna extraída) de su propia madre, o a partir de leche de donante, o incluso que el bebé se alimente directamente del pecho pero de una mujer que no sea su madre (era el caso de las antiguas nodrizas, y actualmente lo vemos mas en lactancias solidarias o en adopciones).
La lactancia puede ser materna exclusiva (solo leche humana, directa o diferida, de su propia madre o de otra mujer), o mixta (cuando combinamos leche humana y fórmulas artificiales)
Todas las mujeres somos capaces de dar el pecho, son excepcionales las situaciones en las que esto no es posible, pero lamentablemente aun persisten a día de hoy demasiados mitos, prácticas incorrectas e incluso consejos de profesionales que hacen dudar de esta función básica y natural que tenemos como mamíferas
¿Por qué es tan importante que el bebé se alimente con lactancia materna?
Partiendo de que es la forma natural de alimentar al recién nacido humano y de que nuestro cuerpo se prepara durante todo el embarazo para que así sea, cada vez se conocen más y más beneficios que refuerzan la importancia de este tipo de alimentación.
La lactancia materna proporciona una gran satisfacción y aumenta la confianza de la madre (esto una vez superado el inicio con sus dificultades! Ya hablaremos en otro post de como superar esos primeros dias!), favorece el vinculo madre-hij@ y ademas mejora la salud de ambos y cuida la economía y el medio ambiente.
Sabemos fehacientemente, gracias a múltiples estudios, que los bebés amamantados padecen menos infecciones y que, de tenerlas, son menos graves; tienen mejor desarrollo psicomotor, bucal y visual; menor riesgo de muerte súbita del lactante; menos cólicos; menos enfermedades autoinmunes y alergias, y también menor riesgo de algunos tipos de cáncer, de hipertensión, de obesidad…
Y las madres que amamantamos también reducimos el riesgo de anemia posparto, de obesidad, de diabetes tipo II, de depresión posparto, de osteoporosis, de artritis reumatoide, y de cáncer de mama y ovario.
Si a esto le añadimos que evitaremos gastar dinero en todos los benditos artilugios que necesitamos para alimentar a un bebé con fórmula (ademas de los muchos € de la propia fórmula!) y que también ahorraremos en medicacmentos y consultas porque nuestros peques enfermarán menos, y que sin botes ni residuos que desechar contaminamos menos el ambiente (lrecordad que a lactancia tiene recipiente propio y reutilizable!), ya pocas dudas quedan de que ¡la lactancia materna es la leche!